¿Qué es lo que tienes que saber para arrancar tu actividad como freelance? Seguramente son muchas cosas, y es imposible explicarlas todas. Pero, desde luego, te conviene tener en cuenta estos 10 consejos imprescindibles:
1. Céntrate y sigue tu propio camino
Recuerda que no puedes luchar todas las batallas. Haz una cosa muy bien, no 10 cosas de forma mediocre.
En vez de saltar de una “oportunidad” de negocio a otra, intenta seguir tu propio camino, uno que a medio plazo consiga llevarte a la situación en la que tú quieres encontrarte.
La pregunta es fácil: Si sigo haciendo lo que ahora estoy haciendo, ¿dónde estaré dentro de 2 años? ¿Es ahí donde quiero estar?
2. Haz lo que sabes hacer
Si construyes tu negocio a partir de un talento o una habilidad en la que destacas, siempre tendrás más probabilidades de éxito.
No arranques tu negocio sólo porque “es una actividad que está de moda” o porque “parece que puede tener éxito”. Haz algo que realmente te encanta hacer. Algo que te motive y te ilusione. Esta es la mejor garantía de que realmente sabes hacerlo bien, y de que vas a tener fuerza y energía para seguir adelante cuando las cosas se compliquen.
3. Define tu actividad en pocas palabras (o en 30 segundos)
Menos es más. Si eres capaz de explicar tu actividad en pocas palabras, es que tienes muy claro lo que haces. Eso siempre es un punto a tu favor. Significa que tu propuesta de valor al cliente es sencilla y directa, muy fácil de entender.
Hay un método que siempre resulta útil: ponte en la piel del cliente. Explícale cuál es el principal beneficio que va a obtener si contrata tus servicios. Una vez que has conseguido atraer su atención, explícale también, de forma muy sencilla, cómo vas a conseguir proporcionarle esa ventaja.
Si lo haces bien, puede que no necesites nada más.
4. Sé consciente de lo que sabes, y pide ayuda cuando lo necesites
Nadie es capaz de saberlo todo. Por eso, la gente que lo pretende resulta:
- poco creíble
- difícil de aguantar
Así que, cuando no sepas algo, pregunta a otro profesional. Infórmate en blogs especializados. Estudia. Y después, vuelve con la respuesta que tu cliente necesita. Te lo agradecerá.
El cliente sabe que tú no lo sabes todo. Pero ahora también sabe que eres capaz de aprender cualquier cosa.
5. Empieza con poco
No necesitas una gran oficina, ni una mesa de caoba, para realizar bien tu trabajo. Muchas veces, el secreto del éxito está precisamente en controlar los gastos. Elemental: si necesitas menos recursos para funcionar, no necesitas ingresar tanto dinero para seguir adelante.
Casi todos los freelance pueden realizar su trabajo desde casa, con un ordenador de gama media y, eso sí, una buena silla para evitar los dolores de espalda. Empieza con lo justo. Cuando lleves un tiempo, y conozcas bien tu área de actividad y tus necesidades reales, puedes plantearte algún gasto extra.
La tecnología es cada vez más barata, las conexiones han mejorado muchísimo, y casi todo el conocimiento que necesitas está en la Red. Así que aprovecha esta oportunidad.
6. Aprende sobre la marcha
Un profesional independiente es excepcionalmente ágil, sobre todo si lo comparamos con una organización de tamaño medio o grande. Tú puedes cambiar sobre la marcha cuando algo no funciona. Un grupo de 20 personas no puede hacerlo. Aprovecha esta circunstancia.
Olvídate de los planes de negocio complejos, y de las previsiones detalladas. Nadie sabe qué es lo que ocurrirá mañana.
Define tus metas y tu camino para que otros no lo hagan por ti, pero nunca te detengas. No puedes esperar a estar seguro/a para hacer algo. La perfección no existe. Aprende sobre la marcha. Toma buena nota de tus errores y adopta medidas para no volver a cometerlos.
7. Nadie va a regalarte el dinero
Es obvio, pero hay que decirlo: el dinero no crece en los árboles. Puedes intentar que alguien invierta en tu idea de negocio, pero conseguirlo no va a resultarte nada sencillo, y puede que esta tarea acabe devorando tu tiempo y tu energía.
Lo más normal es que tengas que trabajar día a día para encontrar más clientes y conseguir que tu negocio crezca. Esa es la gracia del asunto.
8. Tu salud es tu motor
Tu cuerpo tiene un límite. No lo traspases, o tendrás que retirarte de la partida antes de tiempo. Reajusta tu nivel de actividad para garantizar que puedes continuar trabajando con energía.
Haz deporte, descansa y aliméntate bien. Y, por supuesto, diviértete. Un profesional infeliz transmite energía negativa. Ningún cliente -y no cliente- querrá trabajar contigo.
9. Lo que importa es lo que haces, no lo que dices
Expresarse bien es muy importante. Pero no sirve de nada si después los hechos no acompañan a las palabras. Lo dicho se convierte en un fraude.
No exageres, ni vendas motos a tus posibles clientes. Te meterás en un callejón sin salida.
Demuestra tu talento con tus actos, con tu trabajo, con los proyectos que vas completando con éxito. Eso es lo que el cliente espera.
10. Cambia a tiempo
No puedes retirarte al primer contratiempo. Nunca llegarías a ninguna parte. Pero tampoco tiene sentido que te hundas con el barco. Acostúmbrate a cambiar a tiempo.
No des nada por sentado. Sé flexible. Ten cintura. Busca nuevas oportunidades y vuelve a intentarlo desde otra perspectiva con la misma ilusión, y con todo lo que has aprendido en experiencias anteriores.
Puedes consultar el artículo 10 Tips for the First-Time Business Owner, publicado por Scott Gerber en la revista Entrepreneur.